martes, 15 de febrero de 2005

Decisiones

Ayer aprendí que lo malo de tomar una decisión sin meditarla previamente, es no considerar lo que estamos a punto de perder. Ya que como en toda decisión siempre se sacrifica algo a cambio de esta, debemos entonces pensar fríamente y tomarnos todo el tiempo que sea necesario antes de decidirnos por uno u otro asunto.

Ayer me tarde todo un día, pero al final creo que hice lo correcto.

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